domingo, 25 de octubre de 2009

Campaña de Caladan: la cosa se complica.

INVITADOS INESPERADOS.

La invasión orka había sido la principal preocupación del Imperio en el sistema Caladan desde el momento en el que el Waagh había comenzado a atravesar el cinturón de las Atálides. Toda la logística imperial, su vasta maquinaria bélica y sus incontables recursos se habían puesto en funcionamiento lenta pero inexorablemente. Sin embargo, la concentración de efectivos se había focalizado principalmente al oeste del plano del sistema. De esta manera, el mar verde había chocado contra el dique imperial formado por la Flota Imperial en el espacio y la Guardia Imperial y el Adeptus Astartes en los diversos planetas y planetoides menores. En cierta manera, la presencia del Caos y la incursión demoníaca que conllevaba no preocupaba al Alto Mando imperial más de lo necesario, puesto los esbirros del Caos se habían visto bloqueados en su avance por el embudo que el Imperio había trazado, oprimiendo a los herejes contra los orkos y obligándoles a enfrentarse. Esta táctica estaba siendo de gran utilidad, a pesar del tremendo coste de desgaste que la acompañaba, con la destrucción y la pérdida de varios planetas menores y Zenon Prime, especialmente. Ahora el conflicto estaba centrándose en Meridies y la escala de la invasión orka había escalado dramáticamente. Los combates eran terribles tanto en el vacío galáctico como en el suelo del enorme planeta.
Los esfuerzos de coordinación de Lorente Atalios, el Joven Duque, había conseguido retener a los orkos, que no conseguían romper el muro imperial al no poder conquistar Meridies, la pieza clave del tablero en el que se jugaba el destino de todo el sistema. Era cierto que los pieles verdes habían logrado introducirse en Meridies, y destruir la ciudad colmena de Slava, pero la estrategia del Joven Duque daba sus frutos, pues la Guardia Imperial encerraba a los orkos en la colmena impidiéndoles salir de ella. El problema consistía en que los piedros xenos se iban asentando en los desiertos, especialmente en la zona ecuatorial de Meridies, en la que las labores de búsqueda y destrucción eran más complicadas. Al menos, por ahora, la retención de los orkos en puntos localizados permitía por el momento que el Imperio pudiese hacer frente a la invasión con relativa eficiencia.
Estas noticias no gustaban nada a Ghazgkull Thraka, que recibía las informaciones desde su Kruzero Ezpeziá Mano de Gorko, en la retaguardia del enorme Waagh que se extendía por delante de su navío. Los diversos Kaudillos que se encontraban en Meridies eran incapaces de tener éxito y su mediocridad estaba haciendo que la primera fase de la invasión fuese un desastre. De poco servían los Komandoz desplegados por doquier en Meridies buscando debilitar las defensas imperiales, a pesar de que el Jefe Znikrot se encontraba organizándolas con su astucia. Con grandes gritos animales y repartiendo tremendos golpes a todos los que se le acercaban por el puente de mando del Mano de Gorko, Thraka dio órdenes a los Mekánikoz para que aumentasen la potencia de los enormes reactores de vacío para adelantarse y liderar un asalto de “verdá” sobre el Imperio. Y esta vez enseñaría a los demás cómo se hacían las cosas.
Mientras tanto, el Caos en Caladan se encontraba en un impasse de espera. Por un lado, Lord Astragoth se había percatado que el poderío del Caos en aquella guerra menguaba. Apenas era suficiente para poder mantener el control sobre las posesiones de Zenon Prime contra los Orkos, pero aún así, el apoyo de su patrón Tzeentch le permitía poder seguir el ritmo de la confrontación. Había decidido iniciar un acercamiento para buscar apoyos, y lo encontró. Sin embargo, no se sabe mucho más. Por otro lado, el varapalo de Vesariana cerró la posibilidad de que los Demonios pudiesen asaltar la retaguardia imperial en Meridies, lo que mantenía a los servidores de los Poderes Ruinosos en un embudo peligroso.
Ninguno de estos tres bandos implicados tuvo noticia hasta que se produjo el acontecimiento. Desde el este, un enorme pecio de dimensiones colosales se adentró en el espacio caladano. Los sistemas de vigilancia habían sido incapaces de detectar a tiempo esa amenaza. Los Marines Espaciales del Capítulo de los Puños Imperiales reaccionaron, enviando una barcaza de combate hacia dicho pecio y un cuerpo de exploración de dos escuadras de diez exterminadores cada una. Las noticias indicaron que aquel pecio estaba condenado e infestado de formas de vida tiránidas. Los Puños Imperiales intentaron destruir el pecio, pero aunque lograron desgajar una parte de los reactores, no lograron daños críticos. Así las cosas, decidieron volver sobre sus posiciones y avisar a los defensores imperiales de la nueva amenaza. El nombre clave que se le puso al pecio fue “Golpe del Destino” y en cierta manera, así es. Poco más tarde, por debajo del plano galáctico, un Enjambre Tiránido emergió cerca de las Lunas Titánides amenazando Samaria. Las primeras esporas cayeron sobre dicho planeta y se expandieron sin freno. Los Puños Imperiales y la Guardia Imperial tomaron la responsabilidad de frenar este terrible golpe que ha minado la moral imperial en Caladan.
Los elegantes diseños de las naves TAU pasaron desapercibidos para el Imperio cuando una partida de caza TAU atravesó sin impedimentos el espacio caladano. Al frente de ésta, el Shas’O Auns’i, viejo conocido del Joven Duque, pues fue el guerrero que intentó impedir que Lorente destruye la Esfera de Guerra Kroot tres ciclos antes cuando los guela habían intentado invadir Paramar. Inexplicablemente, su odio por los guela le habían conducido a una senda que los Etéreos de Fiarla Naar creyeron que sería muy útil para la guerra. Tras ese tiempo, había rumiado con rencor cómo devolvería el favor a los humanos, y cuando los Delfines o navíos de exploración TAU informaron de la situación crítica del sistema Caladan, no se lo pensó dos veces. Era hora de devolverles el favor. El primer objetivo sería el norte del sistema, evitando así el combate contra las demás razas de forma directa.

1 comentario:

  1. Interesante ver como todas las razas van tomando papel en la campaña.

    Veremos como se acontecen los hechos.

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